#139. Primero jugá. Después elegí la herramienta.

Hace unos días le enseñé a mi hija un juego de mi infancia: Street Fighter.

No fue solo “mostrale un juego viejo”. Fue una experiencia de aprendizaje en tiempo real.

Primero se lo conté. Después lo buscamos. Lo arrancó a jugar.

Yo, como buen nostálgico, le dije:

“Mi personaje preferido era Chun-Li”.

La probó. Jugó un poco. Y siguió.

Después hizo algo clave: empezó a probar todos los personajes. Sin prejuicios. Sin favoritismos heredados.

Al rato me dijo algo que me quedó resonando:

Ahí pasó algo interesante.

Primero aprendió haciendo: jugando, perdiendo, ganando, entendiendo el ritmo. Después frenó y dijo:

Empezó a mirar con otros ojos. No solo qué personaje le gustaba, sino cuál era el potencial real de cada uno según cómo ella jugaba.

Y en ese momento me cayó la ficha.

Alguien te puede asesorar. Alguien te puede decir: “Usá esta herramienta, esta es la mejor, esta es la que va”.

Como yo diciéndole que Chun-Li era la opción.

Está bien. Es útil. Sirve como punto de partida.

Cuando probás. Cuando comparás. Cuando entendés qué herramienta se adapta mejor a tu negocio, a tu forma de trabajar, a tus objetivos.

En IA pasa lo mismo que en el juego:

• Algunas herramientas son fuertes para automatizar procesos.

• Otras para analizar datos.

• Otras para crear contenido.

• Otras para vender mejor.

Y eso no se descubre solo escuchando recomendaciones. Se descubre jugando, probando, equivocándose y pensando estratégicamente.

Por eso la IA no se trata de copiar lo que hace otro. Se trata de entender el potencial de cada herramienta y elegir conscientemente cómo usarla.

Como mi hija: no se quedó con mi personaje preferido. Encontró el suyo.

Y ahí empezó a disfrutar de verdad el juego.

Ahora te dejo la pregunta, que es donde empieza la conversación 👇

¿Estás usando IA porque alguien te dijo que “hay que usarla”, o ya estás encontrando cuáles son las herramientas que realmente juegan a favor de tu negocio?