#125. ¿Argentina es una trampa? Correlación vs. causalidad y el fin de la mediocridad PyME

Si cada mes “la tapa de los diarios” explica tus números, no tenés un problema de contexto: tenés un problema de gestión. 

Y se soluciona cuando distinguís correlación de causalidad.

Todo eso existe y golpea. Aun así, dos empresas del mismo barrio, con insumos similares y equipos de tamaño parecido, exhiben resultados opuestos. 

¿Azar? Casi nunca. Confundimos correlación con causalidad y tomamos decisiones reactivas en base a anécdotas, no a evidencia.

Qué es correlación y qué es causalidad

• Correlación: dos variables se mueven “juntas”. Suben tus ventas cuando sube el dólar blue. Interesante, aunque no prueba nada.

• Causalidad: un cambio produce directamente otro. Si implementas un guión comercial específico y tu conversión sube tras probarlo con control, ahí hay causalidad.

Por qué esto importa para tu PyME Cuando confundís correlación con causalidad:

• invertís en canales “de moda” sin retorno;

• culpás al impuesto, al proveedor o a la red social equivocada;

• cambiás precio y perdés margen sin mejorar volumen;

• hacés “todo a la vez” y nada escala.

Políticas públicas vs. decisiones de gestión Las reglas del juego importan. Regulaciones, presión fiscal, tasas y crédito afectan el terreno. 

Aun así, la ventaja competitiva nace en la gestión diaria: procesos, foco, aprendizaje y velocidad para experimentar. La combinación ganadora es contexto comprendido + método propio. 

Alineás lo macro, diseñás lo micro, y accionás sin victimismo.

Ejemplos reales de confusión frecuente

• “Bajamos precios y vendimos más, entonces la clave es ser baratos.”

Quizás coincidió con una campaña bien segmentada. Sin control no sabés qué funcionó.

• “Subió el dólar y cayó el tráfico, el problema es el tipo de cambio.”

Puede ser la semana del Día del Niño donde tus clientes compran en físico. Mirá comportamientos y temporadas.

• “Implementamos IA y mejoró la atención.”

¿Qué implementaste exactamente? ¿Guion, horarios, derivaciones, prompts? Si no mediste cada componente, atribuís magia a la herramienta.

Cómo integrar el contexto argentino sin convertirlo en excusa

• Diseñá escenarios: base, optimista y estresado. Para cada uno, definí disparadores de acción (sube X% el costo → activás precio dinámico o bundle).

• Costeá semanalmente: inflación manda. Ajustes fin de mes te dejan fuera de juego.

• Cobertura operativo: dos proveedores críticos y stock mínimo viable. No acumulás por miedo; protegés continuidad con criterio.

• Finanzas de decisión: márgenes por línea y por canal, no “promedios”. Donde hay margen, invertís; donde no, optimizás o salís.

Proponé rituales simples:

• Reunión semanal de aprendizajes (30’): qué hipótesis ganaron, cuáles no, qué se escala.

• Tablero visible: 5 métricas que mueven la aguja, nada más.

• Roles claros: cada experimento tiene responsable, objetivo, fecha de revisión y criterio de éxito.

• Post-mortem sin culpas: el error documentado se celebra porque ahorra dinero futuro.

Check-list de 7 preguntas antes de decidir

1. ¿Cuál es el problema más caro que resuelvo con esta acción?

2. ¿Qué hipótesis concreta voy a testear?

3. ¿Cuál es el único cambio que introduzco?

4. ¿Cómo luce el grupo control?

5. ¿Qué métrica define éxito y en qué ventana de tiempo?

6. ¿Qué decisión tomo si sale bien / si sale mal?

7. ¿Qué aprendo, documentado en 5 líneas?

La PyME argentina que distingue correlación de causalidad sale del modo supervivencia y entra en modo liderazgo. 

El contexto influye, la metodología decide. Cada semana que convertís excusas en evidencia, tu empresa crece en claridad, margen y autoestima operativa. 

Acabar con la mediocridad no es gritar más fuerte; es medir mejor, decidir mejor y ejecutar con disciplina.

¿Qué experimento harías esta semana en tu PyME?