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¿Eres esencial para tu negocio o tu negocio es esencial para ti?


La línea entre autoempleo y negocio puede ser tenue, pero la comprensión de su diferencia puede ser el cambio definitivo en tu trayectoria como emprendedor.
A continuación te cuento una historia de mi infancia que siempre me ha marcado.
Un viaje a Ayacucho, la cuna de “Empanadas de Tito”
Nací en Ayacucho, un rincón pintoresco de la provincia de Buenos Aires. Aquí, las historias de barrio cobran vida en las plazas, los cafés y, sobre todo, en "Empanadas de Tito".
Desde pequeño, siempre vi el pequeño local en la esquina de Bolivar y Mitre, con su cartel desgastado y las risas de los vecinos que salían con sus empanadas humeantes.
Tito, cuyo nombre real era Roberto, era una figura emblemática. Su determinación y ética laboral eran ejemplares. “Desde que abrí este local, no he faltado un solo día”, solía decir con un brillo de orgullo en sus ojos.
Pero detrás de esa determinación se ocultaba una dura realidad. La dependencia total de Tito hacia su negocio se hizo evidente el día que tuvo que cerrar por salud.
Al volver, encontró un local estancado en el tiempo, evidenciando que sin él, no había "Empanadas del Tito".
Autoempleo Vs. Negocio: La Gran Diferencia
El autoempleo y tener un negocio se suele confundir muy a menudo, la diferencia y el impacto es crucial:
Autoempleo: Eres el núcleo. Si te ausentas, todo se detiene. Sos jefe, empleado, contador y hasta el encargado de mantenimiento. Tu presencia es vital para que todo marche.
Negocio: Es como un organismo que vive y respira por sí mismo. Vos lo creaste, pero ahora tiene vida propia. Puede seguir adelante aunque decidas tomarte un mes sabático.
Para aquellos que desean hacer esa esencial transición, he aquí algunos consejos detallados:
Delegar con confianza: La confianza es la base. Encontrar un equipo que comparta tu visión y a quienes puedas confiarles parte de tu visión.
Sistematiza todo: Desde cómo se prepara un café hasta cómo se cierran las cuentas mensuales. Documenta, enseña y asegura la consistencia.
Automatización como aliada: Si se repite se puede automatizar, abraza la era digital y busca herramientas que te liberen de tareas repetitivas y te den tiempo para lo importante.
Mentoría y red de apoyo: No estás solo. Conecta con otros empresarios, intercambia aprendizajes y crece con ellos, hay muchas personas dispuestas a ayudar y acompañar sin pedir nada a cambio.
Educación continua: El mundo cambia todo el tiempo. Cursos, talleres, seminarios: invierte en ti y en tu equipo.
Planifica a largo plazo: Visualiza dónde quieres estar en 5 o 10 años y luego, traza el camino para llegar allí.
Migrar del autoempleo a tener un negocio real es un viaje, no un destino. Requiere esfuerzo, dedicación, pero sobre todo, la voluntad de aprender y adaptarse.
¿Te reconoces en la historia de Tito o ya has cruzado el puente hacia ser dueño de un negocio?
Sea cual sea tu historia, compártela conmigo y con esta comunidad.
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