¿Por Qué Tu Empresa No Crece? La Respuesta Que No Quieres Escuchar

Haber trabajado en pymes, startups y multinacionales, como empleado y como consultor, me permite tener una visión ampliada de la “cocina” empresarial. Hoy quiero que me acompañes en este camino de introspección e identidad. Te leo al final.

Voy con una revelación nunca antes dicha: Empresario o Empresaria… “Gestionar una PYME es un desafío lleno de decisiones estratégicas y dilemas cotidianos.”

Bien, antes de que abandones la lectura, vamos al hueso.

Hay algo que a menudo pasa desapercibido y, silenciosamente, te pone el pie en el freno: la relación entre tu identidad personal y tus decisiones empresariales.

¿Te has preguntado por qué, aún con tantas herramientas y estrategias disponibles, seguimos viendo empresas estancadas?

A veces, no es por falta de recursos, sino por algo mucho más profundo: tus propias creencias.

Cuando Tus Creencias Superan a los Datos

En las reuniones empresariales, es común ver discusiones que parecen no llegar a ningún lado.

Estrategias que se defienden como si fueran banderas personales, herramientas rechazadas porque “no son para nosotros” y decisiones que deberían ser racionales, pero terminan siendo emocionales.

¿Por qué? Porque muchas veces, tus experiencias y valores personales se meten en el camino de las decisiones objetivas.

Como dueño de PYME, te enfrentas a un dilema constante: quieres crecer, pero no quieres soltar lo que conoces.

El Peso de Tu Identidad en los Negocios

Lo que haces en tu empresa no es solo un trabajo, es parte de quién eres. Eso puede ser una fortaleza, pero también un ancla. Cuando adoptas una práctica empresarial como parte de tu identidad, cualquier crítica o nueva idea se siente como un ataque personal.

  • "Siempre lo hicimos así, ¿por qué cambiar?"

  • "Esto no funciona para mi tipo de negocio."

¿Te suena familiar? Estas frases no suelen basarse en datos, sino en un intento de proteger lo que conoces.

Sin embargo, aferrarte a lo familiar no solo te limita, también te aleja de oportunidades reales. Y no es solo lo familiar: también hay un pecado capital involucrado, el número 3.

El Mito de "Todos Pueden Dirigir un Negocio"

A diferencia de la medicina o la ingeniería, donde entendemos la necesidad de formación técnica, en los negocios parece que todos tenemos algo que decir. Pero dirigir una empresa no es solo intuición o sentido común.

Es necesario aprender, cuestionar y crecer.

Muchas veces, tomas decisiones basadas en lo que crees saber, ignorando lo que podrías aprender de datos, expertos o nuevas perspectivas. Este choque entre lo que sabes y lo que necesitas puede ser el verdadero obstáculo para la innovación.

Libérate del Peso de Tu Identidad

¿Qué pasaría si separas tus decisiones empresariales de tu identidad personal? Imagina evaluar una estrategia no por cómo te hace sentir, sino por si realmente funciona para tu negocio.

Esto implica:

  • Practicar la autoconciencia y reconocer cuándo tus emociones están dictando tus decisiones.

  • Adoptar una mentalidad de aprendiz, abierta a ideas que desafíen lo que crees.

  • Dejar de lado etiquetas como “tradicionalista” o “innovador” y enfocarte en lo que realmente importa: los resultados.

Suelta para Avanzar

Ser dueño o dueña de una PYME no se trata de defender lo que siempre has hecho, sino de evolucionar constantemente. Cada desafío es una oportunidad para replantearte cómo haces las cosas. Pero para aprovechar esa oportunidad, debes soltar el peso de las creencias que ya no te sirven.

  • Cuestiona lo conocido. ¿Lo que siempre funcionó sigue siendo relevante hoy?

  • Acepta el cambio. No como una amenaza, sino como una herramienta para avanzar.

  • Enfócate en los resultados. Más allá de tus preferencias personales.

La Reflexión Final

El verdadero crecimiento empresarial no comienza con nuevas estrategias o tecnologías, tampoco con Inteligencia Artificial. Comienza contigo. ¿Estás dispuesto a desafiar las partes de tu identidad que limitan la innovación y el crecimiento de tu negocio?

Cambiar no es fácil, pero es necesario. Liberarte de las creencias que te atan puede ser el primer paso para construir algo más grande, más fuerte y más duradero.

¿Qué decisión vas a tomar hoy para transformar el futuro de tu empresa?

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